En la década de los 60, todo era fuzz o treble booster. Vox lanzó una gama de cuatro efectos que se conectaban directamente a la guitarra o al micrófono. Entre ellos, el Distortion Booster destacaba por su singularidad, su precio asequible y su auténtico bypass.
Este dispositivo de distorsión es en realidad una variante disfrazada de los primeros Fuzz Face/Tone Bender, y se ha convertido en una pieza muy codiciada por los coleccionistas. Son difíciles de encontrar y cuestan una fortuna.
El Sonido de los 60 a Tu Alcance
Por eso, en nuestra tienda te ofrecemos la oportunidad de experimentar estos pedales vintage tan caros y difíciles de conseguir sin tener que empeñar un riñón.
El Distortion Booster de Vox ofrece una alternativa más económica al Tone Bender de Vox, que funcionaba con transistores de germanio. Tiene un circuito de ganancia alimentado por batería impulsado por dos transistores de silicio y un interruptor de alimentación de tres polos que proporciona un bypass de señal real.
